Saludos, estimados amantes de los hombres con tetas.
Hoy voy a hablarles sobre mi no tan agradable experiencia con este transexual que se hace llamar Griselda Giraldo y que en mi opinión, cobra demasiado para lo que vale.
Todo comenzó la semana pasada, estaba muy caliente y me instalé en mi base de operaciones en Tlalpan, lugar que ha sido testigo de mis más grandes faenas con hombres de culos enormes e implantes de tetas.
Exploré mis opciones y me decidí por el protagonista de este relato, aunque dubitativo por el costo de su servicio.
Le llamé y le pregunté si podía llegar en menos de una hora. Dijo que estaría en treinta minutos. Le dije que estaba de acuerdo y cerramos el trato en $3 mil pesos mexicanos.
Así es, leíste bien, tres mil pesos. Mi lado más consciente esperaba que esto fuera a ser un encontronazo, de lo contrario, iba a estar muy decepcionado.
Esperé una hora y pico pero no tengo quejas en este apartado. Es muy raro encontrar a un transexual puntual.
Me llamaron y me preguntaron si lo esperaba, dije que sí y mi pene empezó a crecer de la emoción.
Llegó con una gabardina y nos saludamos de beso en la mejilla porque yo no beso a estos especímenes. Se sentó en la cama y me preguntó si podía pagarle de una vez, le dije que sí y me preguntó que quería hacer.
Le dije que lo que más quería era besarle el culo, así es que lo puse de pie e hice que se quitara su abrigo. Tenía puesta una rica lencería negra, antes de que se la retirara, le di la vuelta y empecé a acariciar su enorme culo. Se ve muy bien pero es duro al tacto.
Le dije que se preparara y le baje la tanga para darle un rico beso negro... Aquí viene lo desagradable: le di una lamida y me inundó la boca un sabor a caca horroroso. Soy tan cerdo que seguí lamiendo los alrededores para ver si encontraba una zona libre de mierda, pero parecía que venía de hacer diarrea sin haberse limpiado. Lo siguiente es completamente real: nunca tragué mi saliva por el asco que me dio el sabor, cuando la escupí en las sábanas blanca de la cama, estaba café por la cantidad de mierda que había chupado.
Asqueado y decepcionado, le di la vuelta para chupar su pene. Es diminuto, en serio. Olía muy mal y tenía un fuerte sabor a orines.
Me di cuenta de que había contratado a un transexual caro y con pobre aseo personal.
Me puse un condón y le metí el pene una y otra vez hasta eyacular, pero con la mente en una zona negativa por el desagradable momento que viví minutos antes.
No hay quejas sobre su servicio, es un trans entregado y dispuesto a obedecer, pero pagué tres mil pesos y sentí que me estaba cogiendo a un vagabundo que tenía meses sin lavarse el culo.
Después de eyacular le di las gracias y se fue.
NO lo recomiendo, mucho menos pagando esa cantidad.
Saludos y sigan disfrutando de estos hombres tuneados.
Nombre: Graciela Giraldo
Tel: 8131349471
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