Buenas noches, compañeros de leche. Este es mi primer post, sin embargo, visitaba el foro regularmente, mas hasta ahora me hago una cuenta.
No tengo mucha experiencia como tantos del sitio, pero voy a relatar mis encuentros con distintas chicas trans. Cabe decir que estos encuentros han sido tanto con chicas del talón, como "de casa".
Primera experiencia: (Valentina, octubre de 2019)
Mi primera experiencia fue con una niña trans allá por el lejano 2019. Recuerdo mucho que ese día por equis o ye, no podía ver a mi novia, cosa ciertamente lamentable, porque estaba sumamente caliente y el veneno tenía que salir. En esas veces, donde uno piensa más con la cabeza de abajo que la de arriba, me descargué Badoo (es como un Tinder o Grinder, desconozco si siga existiendo) y me hice un perfil (obviamente falso, estaba caliente, pero no me había apendejado tanto).
Total, que a la hora, hora y media, hago match con una niña trans que, a mi gusto, estaba de bastante buen ver. Para fines de la historia la llamaremos Valentina. Valentina era una chica trans de Colombia de unos 28 o 29 años, sin operaciones, más que el tratamiento hormonal. Empezamos a hablar y, naturalmente, la conversación empezó a subir y a subir de tono. Total, que me dice de una que si nos veíamos en su departamento. En ese momento habré tenido unos 21 o 22 años, y aún no lograba dimensionar lo peligroso que eso podía llegar a hacer, para nada, es más, eso me excitó aun más.
Me citó en una casa donde ella rentaba un cuarto como Airbnb, en la colonia Hipódromo Condesa, muy cerca del metro Patriotismo. La casa, se ve que en sus años mozos era bastante bonita, nada que ver con la actualidad, que se veía bastante desvencijada y maltrecha (cosa que dejé en segundo plano, pues yo iba a coger, no a hacer una critica arquitectónica, ni nada así). Al estar frente a la casa, le mandé un mensaje a Valentina, indicándole que estaba afuera de la casa, a lo que ella me replicó que le diera un par de minutos, que estaba terminándose de arreglar. No bajó a los dos, sino a los cinco, y bajó una mujer más alta de lo que pensaba. Yo mido 1.80, y ella con los tacones medía, calculo, unos 1.85.
Ella nota mi nerviosismo, y para romper el hielo, me da un beso de piquito y me invita a pasar. Me deja entrar e inmediatamente me agarra de la mano para subir a su cuarto, mientras me dice que no haga mucho ruido, porque se supone que no les tenían permitido recibir visitas. Al llegar a su cuarto, que era relativamente grande, hay un poco de ropa tirada, nada grave, hay música de reguetón. Inmediantamente ella me dice que con confianza, que me ponga cómodo. Ambos nos sentamos en la cama y empezamos a hablar de esto y de aquello, nada trascendente.
Mientras estábamos platicando, nos empezamos a juntar y a juntar más y más, era obvio porque estábamos los dos ahí, la platica era una mera formalidad y nos empezamos a besar muy apasionadamente sentados en la cama. Empecé a tocar sus piernas, que para mi gusto eran muy delgadas, no huesudas, pero sí muy delgadas. Ella estaba usando un vestido negro con unas medio tipo encaje y unos tacones. Mientras nos íbamos besando, yo intercalaba mis manos entre sus piernas, su espalda. Ella, por el contrario, me buscaba el bulto, que para este momento estaba a cien, pues toda la experiencia, desde ser un polvo exprés, hasta a ser mi primera experiencia con una chica trans.
En un momento de los besos, ella se para a buscar entre sus cosas marihuana para fumarse algo. Ella me ofrece, a lo cual amablemente declino, pues nunca me ha gustado. Ella habrá pasado unos 30 o 40 segundo por mucho, y me dice que baile con ella. Fue un tanto raro, porque empezamos a bailar reguetón como si fuera música tipo salón. En fin, bailando abrazados dos o tres minutos. Me dice que me siente y me baje el pantalón. Seguro notó que la erección impresionante que tuve desde casi que llegué no se ha ido.
Me bajo el pantalón y ella comienza a darme una mamada de campeonato. No es por nada, pero ha sido una de las mejores mamadas que me ha dado una mujer (tanto trans, como cis). Mete lengua, es una de esas mamadas babosas, pero aquí viene algo que me sacó mucho de onda y es algo que recuerdo bastante, ella se pudo meter toda mi verga, con todo y huevos (tengo una dotación normal, de 18 a 19 cm), algo que jamás me había pasado, fue muy muy impresionante. Esas mamadas me calentaron tanto que llegar a la cama era impertante.
Ella se puso inmediatamente en cuatro, pues me dijo que quería que la culeara aun con vestido y medias. Yo me puso atrás de ella, y antes de cualquier cosa, volví a besar sus hombros, a tocar sus piernas y algo que tenía mucha curiosidad, empecé también a masajear su bulto y se lo saqué por un lado de la tanga. Tocar un pene por primera vez fue algo impresionante, nunca me había imaginado en esa situación, pero fue muy excitante. Ella tenía buena erección, pero sí se sentía un pene más chico que el mío, después lo comprobaría. Mientras yo estaba en mi mente disfrutando esa nueva sensación, ella me dijo que ya le diera.
Saliendo de mi ensimismamiento, me pongo el condón, y trato de penetrarla. Así, sin darle beso negro, ni ponerle lubricante. Quizás fue su calentura, nuestra calentura, o mi inexperiencia, pero normalmente la penetración fue sumamente difícil así, por lo cual, ella se levanta por dos cosas: un lubricante y un botecito como de medicina (después descubriría que eran poppers). Toma lubricante y se lo coloca en el ano y pone algo también en mi pene enmicado, luego se da dos o tres olfateadas del botecito y vuelve a ponerse en cuatro, y ¡santo remedio!, vuelve a ponerse en cuatro y la penetración fue un poco más fácil.
Penetrar un culo es diferente a penetrar una vagina. Aún no me decido por cual es mejor, pues los dos tienen lo suyo. No era el primer ano que penetraba, pero sí la primera niña trans que me cogía, y eso era especial. Empezamos de perrito, luego de misionero, luego ella acostada en la cama y yo parado, ambos parados mientras ella ponía las manos en su clóset y yo la agarraba de la cintura. Habremos estado así por unos 10 o 15 minutos, hasta que me preguntó que si ya me iba a venir, porque ella ya sentía que en cualquier momento eyacularía y quería que los dos lo hiciéramos al mismo tiempo. He de confesar que un tanto por la emoción, como por los nervios y el querer quedar bien, no pude eyacular cuando ella quería y como quería. Ella se vino mientras la penetraba ella acostada y yo de pie. No fue una gran eyaculación, pero si fue muy rico escuchar todos sus gemidos, todos sus aullidos de placer.
Ella me dijo que yo también me tenía que venir, a lo que me acostó boca arriba de la cama, y me empezó a dar sexo oral, mientras lo intercalaba con jaladas. Me hizo correrme más pronto que tarde. Ver esa cara con rasgos masculinos, de un hombre que seguro en la adolescencia era bastante afeminado, saber que estás con una mujer que no es mujer, fue algo que me hizo explotar, era lo nuevo, la novedad. Exploté de placer. Llené toda su colcha de leche, ella solo se rió y se acostó a mi lado. Algo que no me gustó fue que pude venirme en su boca, pero no quiso.
Volvimos a conversar de temas banales, y en esos temas que no llevan a ningún lado, me preguntó que si me había gustado, a lo que obviamente mi respuesta fue afirmativa. Ella, con una cara pícara, pero expectante, replicó: "¿y no te arrepientes? Es que, bueno, cuando es la primera vez de los hombres con alguna chica trans, les entra el remordimiento, a veces incluso al venirse, se empiezan a sentir confundidos, arrependitos". Siendo sincero, es un sentimiento que creo que es bastante normal, pero en mi caso no ocurrió.
Después de toda la experiencia con chicas trans, y haciendo memoria, solo hay un par de cosas que me arrepiento de este primer encuentro: no habernos citado en algún motel, no haberle dado sexo oral ni beso negro.
En fin, no me enrrollo más, así fue mi primera experiencia con una mujer transexual. Espero que mi primer relato en este foro les haya gustado. Pronto les relataré mis otras experiencias. ¡Saludos!
Pene: 12cm aprox.
Rol: pasiva
Cuerpo: 7
Cara: 8
Experiencia: Buena, me gustó para ser la primera vez y ella me pareció muy amable.
