Brillo foveal: sucede cuando las emociones nos dominan. Esta reacción es conocida desde los albores de los tiempos, y por mucho que queramos disimularlas, no las podemos controlar.
Tiempos antes de pandemia —tiempos en que tomé pésimas decisiones personales, amorosas, económicas y profesionales, me encontraba en una de mis peores épocas—. Me di una vuelta por Tlalpan a ver qué encontraba; total, no tenía nada que perder, estaba tan mal que un poco más mal ya daba igual.
Finales de noviembre, cerca de las 11 o 12 de la noche caminando por la costera de Tlalpan en dirección hacia Taxqueña, había muy pocas chavas cuando ya casi para llegar a la esquina con viaducto vi a 3 nenas que estaban juntas platicando; una era alta, de piel blanca, bien maquillada, pelo negro y una nariz bien perfilada una hermosura que iba vestida con un pantalón tipo militar. La otra era una de morena chaparrita que llevaba un pantalón rosa mexicano metalizado y una blusa o top blanco pero que parecía hecho como de plástico porque brillaba mucho, la tercera no la recuerdo bien, pero era la menos agraciada y la más tosca… tal vez por eso no la recuerdo bien.
Las vi juntas y echando desmadre, lo cual no me dio confianza, se sabe que cuando están juntas son más peligrosas y es más probable que te bolseen. Regrese a unas calles antes para ver si encontraba a alguien más o alguien que me llamará la atención, así, estaba nuevamente en Romero a la altura de la gasolinera G500, en esa calle había varias nenas, pero una en especial llamó mi atención, una nena alta, de piel blanca y cabello negro que llevaba un vestido liso, color café claro que la cubría toda, pero a pesar de eso, se le marcaban los grandes senos y nalgas que tenía debajo.
Me acerqué a preguntarle, ella me barrió con la mirada, me dijo que mil o mil quinientos. La verdad se me hizo muy caro y a parte no traía tanto dinero —como dije, era un tiempo de malas decisiones y malos tiempos económicos para mí—, cuando recibí la información solo me retire, entendí que no me quería atender.
Iba caminando otra vez por la costera, pasé por la reja del IMSS, había varias pero no como de costumbre, estaba una de vestido blanco transparente que me llamo la atención, pero cuando me iba acercar, un coche llego a donde estaba parada y ella se acercó a darle los informes, así que tuve que pasar de largo, en seguida había una de minifalda rosa con buen cuerpo pero no me acerque a preguntarle.
Seguí mi camino y otra vez estaba otra vez cerca de la esquina con viaducto, llegué a donde estaban las tres chicas otra vez, pero en esta ocasión, la morena estaba dando informes a un carro negro y las otras dos estaban alejadas, como que la persona no se animó y siguió su camino, cuando iba a regresar con sus amigas me le acerqué, le hablé y le pedí información; recuerdo que me dijo 800 solo el oral, se me hizo muy caro y le dije que no completaba, que si me aceptaba lo que traía, se me quedo viendo como pensándolo, después de unos segundos tuvimos más menos la siguiente conversación:
- Mira… estás lindo corazón y ando caliente, pero trabajo es trabajo.
-Anímate corazón
-Mmmmm…. Órale va, pero lo que traes no te alcanza para lo que yo cobro y necesito sacar más dinero… te propongo algo
-¿Qué?
-¿Te late hacer un trío?
Me sacó de pedo muy cabrón, pero era muy noche, ya iban varias vueltas que daba y no planeaba regresarme a mi casa sin haber conseguido algo —como dije, fueron tiempos de pésimas decisiones—.
-Sí, pero qué onda… cómo le hacemos o cómo va a estar… o con quién o como, se me notaba lo nervioso que estaba por su propuesta.
- A ver aguántame, déjame ver si consigo a alguien.
Sacó su teléfono y empezó a escribir
-Ya quedo papi, ya conseguí a alguien, dice que ahorita viene. Espérate un ratito
Me quedé de pie ahí con ella platicando mientras esperábamos a que llegará la otra persona, ni siquiera le pregunté si era hombre o mujer o qué onda, creo que le di la impresión de ser un novato en este show.
Como a los 10 minutos llegó un carro negro, era el mismo coche con el que estaba halando cuando llegué, nunca le pregunté si se conocían o si la persona del carro le había pedido el trío o qué onda, hay cosas que es mejor no saber… y aparte porque a partir de ese momento ya no tuve la oportunidad de hablar a solas con ella.
El carro bajo su ventana del lado de la puerta del copiloto, ella se acercó a hablar con él, acto seguido me dijo: súbete, ella se subió en la parte trasera y yo en el asiento del copiloto. Cuando me subí, vi al conductor, era un tipo promedio, moreno, de estatura promedio, y un poco robusto tirándole a gordito. Le dije buenas noches, me regresó el saludo amablemente.
Se arrancó y emprendimos el camino hacia el hotel, tomo unas calles que están aledañas a Viaducto, después, se metió por un callejón para retornar a calzada de Tlalpan y de repente ya estábamos nuevamente sobre la costera —siendo honesto, probablemente la costera de Tlalpan sabe más y me conoce mejor que mi propia familia y amigos más cercanos—.
Pasamos al hotel el Silencio, había cola para entrar y mientras estábamos esperando turno para que nos atendiera el hombre que estaba dando la entrada, vi como la nena del vestido café claro que previamente había visto en romero iba entrando a pie con otro wey.
Cuando fue nuestro turno, el conductor bajo su vidrio, habló con el hombre de la entrada, le preguntó el costo de las habitaciones, escuchó la información de los precios; el conductor le pidió una habitación, pero en cuanto vio que éramos tres personas nos dijo que solo permitían el acceso a dos personas por habitación y que la persona extra era costo aparte.
El conductor le dijo que le diera chance, el hombre de la entrada se negó… total, se dio la vuelta en el patio del hotel y salimos a buscar otro lugar. Llegamos a otro hotel que igual estaba sobre la costera, el nombre no lo recuero, solo recuerdo que era de color café y la entrada era con coche, como tipo auto hotel, igual si alguien más o menos lo ubica pues diga el nombre.
Antes de entrar el conductor le dijo a la nena que se agachara o se acostara en el suelo para que no la vieran, por si nos decían algo de que solo podían entrar dos personas. Ella se acostó en el suelo a manera de que no la vieran.
A la entrada había un hombre que atendía, se acercó al coche, el conductor pidió la información, el hombre le dijo el costo de las habitaciones y las villas, le dijo dame una habitación, el hombre le respondió ya no tengo habitaciones me quedan puras villas, el conductor le dijo y de la villa cuánto sería, el hombre respondió son 500 por 3 o 2 horas, no recuerdo bien, él le dijo: sí está bien.
El hombre se agacho para cobrarle y darle la llave, me vio y noté como abrió los ojos, como pensando estos son putos jaja. Afortunadamente no vio a la nena que llevábamos de polizón en los asientos de atrás. Adentro de la villa el conductor apago el coche, la nena se levantó y él le dijo: ¡Ya llegamos! Bájate con cuidado para que no hagas ruido con los tacones y no te escuchen.
Ella subió primero, yo después y él al final. Ya estando en la habitación, vi que al lado de la entrada de las escaleras estaba el baño y al fondo de la habitación tenía una cama grande y enfrente de ella una televisión empotrada en la pared, debajo de la tv había una mesa o especie de escritorio y justo al lado una silla, en general la habitación era grande, limpia y espaciosa, excepto por el olor a cigarrillo.
Total, pues a lo que íbamos, ella comenzó a besarse con él, mientras yo acariciaba su cuerpo sobre la ropa, tocaba sus senos y su frondoso culo, acto seguido ella estaba acariciándole el pene al otro wey por sobre el pantalón de mezclilla que traía puesto.
Le quite la blusa para besarle la espalda, después, ella se desabrocho el pantalón y se lo empezó a bajar sin dejar de acariciar y besar al otro wey, traía una tanga color negro de encaje.
Pasamos a la cama, el wey se desnudó y se subió a la cama, ella estaba enfrente de él pero de pie en el piso, ella le pasó el condón y se la empezó a chupar al mismo tiempo que yo me quitaba la ropa y veía a ese wey recostado y ella en cuatro chupándosela. Me acerqué y le besé la espalda hasta bajar a besar sus nalgas, quise darle un beso negro, pero no lo hice, no fue una cuestión de higiene de la chica ni nada de eso, solo no me anime. Preferí seguir besando sus nalgas morenas y su espalda.
Así estuvimos un rato cuando el wey se levantó de la cama y le dijo: voltéate te la voy a meter, la nena se volteó y se puso en cuatro, su cara quedo a la altura de mi pubis. Me dijo dame un condón, saque el que traía en mi bolsillo, se lo di, lo abrió y me lo puso para después empezármela a chupar mientras que el otro wey la embestía. El brother duro muy poco, al menos en mi opinión. Le saco su verga del culo y se acostó nuevamente en la cama como para descansar.
La morra me la seguía chupando y pues como técnicamente ya era toda para mí le dije: vente corazón. La levante de la cama y la puse de pie a lado de la mesa/escritorio que tenía la habitación, Ahí, se la metí y la empecé a coger con fuerza, al mismo tiempo que le besaba la espalda y le acariciaba el cuello, la nena como que se prendió porque de repente se la empezó a jalar.
Después de un tiempo, yo estaba sudando del vigor de mis movimientos hasta que ella me dijo ¡Ay… ay… ya… ya me vine! Vi como aventó un líquido blanco semi-transparente al suelo. Entre mi pensé: Y eso a mí qué o qué, pero yo seguía dándole con toda la fuerza que podía.
Ahora que lo recuerdo, me faltó más cachondez, le hubiera dicho: ¿Sí corazón? ¿Te gustó venirte mientras de cojo… ehhh… ehh? y apretarle levemente el cuello para escuchar sus gemidos y cómo me respondía que sí, pero bueno oportunidades desperdiciadas que nunca regresarán.
Cuando noté el líquido blanquecino en el suelo también me percaté que el wey ya no estaba acostado en la cama, se había levantado y metido a bañar.
Mientras ella bramaba ella de lo caliente que estaba al tiempo que me la cogía, él nos observaba parado desde la puerta del baño.
Después de un rato así preferí sacársela, ella me dijo: qué no te vas a venir, le dije: no corazón mejor en otra ocasión, ella se quedó como saca de onda, la verdad ya no terminé porque sentí que el otro wey ya estaba así como de pues ya vámonos, no en mal plan ni nada, solo sentí como que ya tenía que acabar.
La nena fue a sentarse a la cama y todavía me preguntó: seguro que no te quieres venir en mis tetas, le dije no corazón, en serio, ya será para la próxima, vi que ya me veía con unos ojos brillosos —brillo foveal es el nombre correcto y es cuando la otra persona te atrae—.
Ella paso a enjuagarse al baño mientras yo hablaba con la otra persona, después salió y yo entré a enjuagarme, nos vestimos, salimos otra vez, ella se volvió a esconder en los asientos de atrás, el wey la dejó justo en el lugar en que nos recogió, a mí todavía me dio un raid al metro.
Quise volver a contactar a la nena tiempo después, pero ya no quise. Aquí hay varios post de ella mencionando que no cumplía con lo pactado, que su higiene dejaba qué desear y que el trato y servicio eran malos.
La verdad es que cuando estuve con ella lo único que podría criticar sería su actitud, como de medio mamona, tal vez por eso ya no la contacte.
Le perdí la pista, creo que ahorro y me parece que anda en el Gabacho estudiando o algo así, tengo entendido que ya no se dedica al talón, se hace llamar Triana Taboada, pero para talonear utilizaba varios nombres artísticos que no recuerdo. En fin, perdón por lo largo del relato. Aprovecho para preguntarles… a ojo de buen cubero con cuantas nenas con palanca han estado más o menos, ahora sí que por pura curiosidad, yo estaba haciendo cuentas y sí llevo unas 40, pero creo que algunos de ustedes tal vez ya deben llevar el doble