Lizzy Laynez
La contraté antes de que pusiera su sitio XXX, recuerdo que se anunciaba en internet y desde hace tiempo ya le traía ganas.
Aún estaba en la escuela y recuerdo que por esos días no dormía bien por andar entregando trabajos y proyectos finales.
Así que decidí aliviar el estrés cogiéndome una nena.
Yo ya tenía su número guardado desde antes porque ya le traía ganas y sabía que se anunciaba por temporadas y por temporadas desaparecía.
Un día que andaba ganoso le escribí y como no estaba anunciada me dijo que de dónde había sacado su número le expliqué que ya la había visto anunciada y que había guardado su número.
Por lo mismo de que no estaba anunciada le dije que me hiciera una rebaja y me dijo que sin problemas porque nunca caía mal una lana extra.
Creo que en aquellos entonces aún se paraba en Nuevo León porque le importaba mucho generar lana, llegó y que les puedo decir, todo una hembra, morena, con el cabello pintado, ese día traía un vestido amarillo y un bolso de diseñador LV donde traía lencería, cosas para BDSM y un chingo de cosas más, que porque siempre cargaba esas cosas porque luego sus clientes se lo pedían, por un momento me dio la impresión de que venía de otro servicio por lo mismo de tanta madre que traía, además de que su cabello venía mojado.
Me dio un beso y me pidió que le pagara, le di su lana, pasó al baño a ponerse una tanga negra.
Salió e inmediatamente empezamos con unos besos bien atascados, nos desnudamos y me vio que andaba rasurado a lo que me dijo no te rasures la verga, me gustan velludos, jaja le hice agarre de chiches, mordida, lambida, y la neta no decía que no, hasta eso bien colaborativa y cachonda la vieja, así estuvimos un buen rato hasta que me acosté en la cama y le dije que hiciéramos 69, se subió encima de mí y órale a darle, estaba tan prendido que hasta le hice beso negro, súper limpia, bien rasurada, sin olores extraños, es promedio, delgada y bien firmes.
Yo ya estaba bien caliente y más con la vista que tenía de estarme comiendo tremendo culazo. Le dije que ya me la quería coger, se puso de vaquera viéndome a mí, mientras yo rosaba su * con mi verga, hasta que se la deje ir a pelo, ni de a pedo me la hizo, no sé si porque ella también estaba bien caliente o si le guste hacerlo a pelo o quién sabe (se los platicó en buen pedo, si van a decir que era mejor con condón o comentarios de ese tipo, neta mejor ahórrenselos, de todos modos lo hecho, hecho está así que neta absténganse de ese tipo de comentarios).
Lo culero fue que más tardé en dejársela ir que luego luego me vine, chale neta hasta me dijo: “¿te viniste?” y yo así de “sí bb… perdón, qué pena, que vas a pensar de mí”. Yo digo que ese día por andar cansado no aguante nada, chance y ella no me lo creyó, ha de haber pensado “este chamaco todo caguengue ni pa coger la hace”.
La neta, me sentí como si tuviese un pinche carro de esos de la F1 y en lugar de manejarlo como lo que era, lo hubiera tratado como un Tsuru o un Aveo jaja, la verdad lamento no habérmela cogido yo lo hago y como ella lo merecía, capaz que le metía una buena cogida y hasta me hubiera invitado a grabar con ella un video XXX. En fin, cosas de la vida.
Total, esperamos un rato a ver si se me volvía a parar pero nada, así que mejor nos enjuagamos y me dijo que me daba un ray al metro, buena onda la vieja, traía una Kia chingona, me platicó que tenía un negocio dentro de una plaza por Coapa o Tlalpan, que de masajes o una madre así y que andaba ahorrando para unas máquinas que necesitaba pero estaban cariñosas.
Y que la taloneada si le dejaba pero que sólo lo hacía cuando le hacía falta lana. Llegamos al metro Hospital General y antes de bajarme le dije que si podía guardar su número para volverla a contactar, me dijo que sin pedos. Nos despedimos de beso.
Tiempo después perdí su número por pendejo y ya después vi que le metió duro a eso de la industria porno.