Hace unos días leyendo un post, recordé a una chica que se me antojaba muchísimo por las tetotas que se cargaba y se le veía un culo muy bueno, honestamente lo que cargaba entre las piernas me daba lo mismo.

Un día la veo anunciada en mi pueblo, después de comer me animé a llamarla, me pareció muy buena onda y quedé en verla en media hora. Llegué al hotel donde se hospedaba y pasé a la habitación, mientras caminaba hacia su cuarto me empecé a poner nervioso, como si presintiera que algo sucedería. Abrió la puerta, traía tacones y un bikini amarillo, me emocioné al verla, era alta sin tacones pero con los tacones que traía fácilmente llegaba al 1.90 de estatura. Siempre me ha atraído la voluptuosidad de las trans y ella era más frondosa en persona que en las fotos. Mi corazón latía fuerte, me dice "pásale" con voz sensual, "ponte cómodo". Me quité la ropa, al tiempo que se acercó y me empezó a acariciar, la besé y le quité el bra, eran unas super tetas, se las chupe de todas las formas posibles, fui bajando las caricias hasta quitarle la tanga, y entonces sucedió, salió tremendo animal de entre sus piernas, por primera vez me sentí atraído hacia un pene, lo toqué con curiosidad y me pareció que ella notó lo que me pasaba, me dio mi tiempo, me la chupó muy rico, y luego decidí corresponder, mientras trataba de meterme toda esa carne en la boca mi excitación iba en aumento, no se cuánto tiempo pasó pero creo que fue mucho, hasta que sin que dijera nada tomé lubricante y lo puse en mi ano, me puse en 4 y jalé su pene dentro de mi. Lo único que había entrado por mi culo eran los supositorios prescritos en la niñez. Fue una mezcla muy extraña de sensaciones, dolor, placer, excitación, ella quería meter completo ese bate y yo sentía que no entraba más, hasta que me dijo que no aguantaba más que se vendría, le dije que lo hiciera adentro y así fue, se salió y yo seguía muy excitado, la besé y la tomé por el culo, su cuerpo era un festín para mi, hasta que me vine.

Esa fue mi primera y única vez con la reina Azeneth, nunca he vuelto a experimentar esa sensación con ninguna otra. Fue un servicio de 10, quizá honeroso para la época, pero valió cada centavo