Que tal(no sé como llamarlos) compinches de la tribu traviesa.
Soy de la ciudad de Guadalajara, ya hace tiempo que comencé a tener encuentros con las niñas espartanas, las bandidas que todos aquí amamos, no me había atrevido a compartir mis experiencias ya que no sabía si podría aportar algo más allá de las reseñas y tal vez tips para los nuevos en arte de catar sirenas.
Si bien cuento con más de 10 años de experiencias, no es algo que realice cada fin de semana o de manera muy frecuente. Comanzaré a poco, hoy quiero compartirles como fue que me di cuenta que me llamaban la atención las mujeres del llamado tercer sexo.
Seguí con mi vida algunos años saliendo con chicas y tal vez conscientemente no tenía aquel recuerdo en mi consciente recuerdo que miré una broma que le hacían a Jay de la cueva de moderatto dónde llevaban varias chicas, y una de ellas era una travesti llamada Keta Rubio, me pareció la más sexy y me despertó un instinto por conocer como sería ver una mujer tan bella y con pene, al desnudo y más aún cómo sería tener sexo con una.
Comencé viendo porno como muchos aquí tal vez, me parecía increíblemente adictivo y exitante, un tabu, no era un hombre definitivamente era una mujer con un miembro ajeno o pareciera ajeno a ella, una espada erguida que parecia imponerse a la escena, y aún cuando no estuviera erecta una linda verga rebotando y unos hermosos huevos danzando al unísono sobre otra verga de un hombre, un hombre que podría ser Yo, me pregunté, ¿Podría ser Yo?.
Fantasee por varios años con la idea, mientras a la vez tenía novias cis, nunca me ha gustado poner el cuerno así que también eso me servía para reprimir ese pensamiento que ya de por sí me causaba conflicto. Gracias a las redes comencé a platicar con algunas chicas travestis, muchas de ellas iniciando y ahora conocidas como veteranas en el mundo de las traviesas.
Ya iré contando mis experiencias, solo quiero mencionar de momento que la primer verga que toqué era enorme, de una miss que los que conocen sabrán y ya no se dedica a vender fuego por lo cuál no mencionaré el nombre.
Saludos compinches de aventuras prohibidas. Se despide de ustedes el catador de vampiras y demonias, aunque no les chupo su sangre solo el veneno que les sobra.