Después del retiro de mi pareja sexual consentida que fue Dorian Edith busque a otras chicas hasta dar con Azeneth, ya hacía tiempo la veía en diferentes portales y se me antojaba muchísimo su enorme riata. Acordamos el encuentro en el Hotel Oslo, me preparé para el encuentro con una ducha anal y un dildo para empezar a dilatar mi ano, de pronto toca a mi puerta y está ante mí una amazona de más de 1.90 de estatura con el cabello castaño, de tez clara, unas enormes tetas y un tremendo culazo. Una vez que nos presentamos ella se abalanza sobre mí a darme unos besos apasionados, lengua de por medio, y me desnuda en un arrebato de pasión, por mi parte le quitó el ligero vestido que llevaba y descubro que mi amazona trae un conjunto de lencería muy sexy, hago a un lado su tanga para apreciar su verga aún dormida, y comienzo a chuparla, al igual que a ese par de enormes huevos que tiene, toda una delicia, creo que mi mejor carta siempre ha sido el sexo oral que le doy a mis mujeres, hombres y trans, es algo que me excita y disfruto mucho dar ese tipo de placer a mi pareja, Azeneth no fue la excepción, disfrutaba la manera en que mamaba su verga y lo alternaba con la atención a sus enormes huevos. Una vez que logré erectar ese enorme trozo de carne quedé impresionado, desde Leo no había tenido una verga enorme ante mi, creo, sin miedo a equivocarme que es la verga más grande y gruesa que me he comido, por la boca y por el culo. En ese momento Azeneth hizo que me acostara de costado con el culo hacia la orilla de la cama y poco a poco fue abriendo mis pliegues hasta que en una estocada final entraron los últimos centímetros de su fierro, parecía una eternidad lo que tomó en empalarme por completo, una vez dentro sentí como mi culo mordelón se amoldaba a semejante circunferencia, empezó a bombearme poco a poco hasta que podía sacar su verga completa y la volvía a hundir hasta el fondo de mis entrañas, pasados unos minutos me pone frente a ella y me penetra de misionero, para tomarme entre sus brazos y levantarme totalmente, me sentía como las actrices porno cuando son cargadas en vilo y al mismos tiempo son penetradas por su macho, esa sensación de estar indefenso ante un monumento de chica como lo era Azeneth me puso a mil. Me penetró frente al espejo y esa fue la primera vez que grabé a una chica cogiéndome, aún veo ese video para masturbarme. Para terminar saca su verga de mi culo y me dice que se va a venir, mi experiencia hasta ese momento me decía que, debido a las hormonas, iba a ser una producción de leche modesta, sin embargo, empieza a jalarse la riata frente a mi lengua y cuál es mi sorpresa que recibo una enorme descarga de mecos, calientes y espesos, me excité tanto que dejé limpia su verga y no desperdicié ni una gota de su preciado elixir.
Durante los 3 o 4 años siguientes Azeneth fue mi chica trans de planta, ya estaba casado con mi segundo hijo en camino y a punto de llegar a mis 40s. Nos veíamos 3 o 4 veces al año, que más o menos es el tiempo en los que la hormona me gana y me dan ganas de recibir verga.
No sabía que pensaba irse a radicar a los EE. UU. pero en nuestro último encuentro nos ganó la calentura y me la dejó ir a pelo, fue excitante para mí y creo que para ella porque cuando me dijo que se iba a venir le dije que lo hiciera dentro de mi, era la primera vez desde que lo hacía casi todos los días con Leo que me dejaban preñado.
Azeneth también es una de mis chicas trans que llega al Top-3, por su entrega, vigor sexual y claro, por lo que más me gusta de una chica trans su verga.






