Buenos días foro, solo quiero platicar mi historia de vida y cuando surgió mi afición por las chicas trans y mi obsesión por sus vergas.
Antecedentes:
Soy un hombre maduro que vivió su preadolescencia en los 80s, hijo de padres profesionistas, no practicantes religiosos y con pocos temas tabú en cuanto a la educación de sus hijos, desde pequeño me encantó leer toneladas de libros, principalmente historia y desde ese entonces conocí que civilizaciones antiguas como la Griega y Romana no condenaban ciertas actividades sexuales como la de tener amantes hombre y mujeres por igual, claro, sabemos que esos placeres eran de clases dominantes, pero no estamos haciendo haciendo ningún ensayo. Temo decepcionarlos si les digo que no fui abusado ni sometido a la influencia de la pornografía a temprana edad, tuve una infancia feliz de clase mediero de la primera mitad de los años 80 en México.
Primeras impresiones:
Mis primeras experiencias sexuales fueron, obviamente, la masturbación a los 12 años después de mi primer sueño húmedo mis hormonas me obligaban a desahogarme de esta forma, recuerdo la cantidad de chaquetas viendo en mi cuarto a Lynda Carter como la Mujer Maravilla o a la prima Daisy Duke, Catherine Bach en la serie los Dukes de Hazzard.
A los 14 o 15 tuve mi primera experiencia sexual con mi querida prima, ambos teníamos la misma edad, fue la primera vez que toqué unos pechos femeninos totalmente formados y pude restregar mi pene contra una vagina bien lubricada, no llegamos a la penetración pero ambos tuvimos un gran orgasmo.
Hasta este momento mi atracción era hacia las niñas, sin embargo, no sentía repulsión por los chicos, recuerdo las miradas furtivas que le echaba al galán deportista, jugador de básquet en la secundaria, cuando íbamos a las regaderas procuraba bañarme lo más cerca de él, era un adolescente hermoso, se afeitaba todo el cuerpo para, según él, ser más ligero, me encantaba verlo llegar de los entrenamientos todo sudado, quitarse la ropa y dirigirse desnudo a las regaderas, creo que era totalmente consciente del cuerpazo que tenía. De reojo veía como enjabonaba sus pectorales, pero rápidamente mi mirada se dirigía a su entrepierna y admiraba su enorme verga, blanca (Paco, era rubio) circuncidada que dejaba ver un glande delicioso y unas nalgas firmes, musculosas y bien formadas. Recuerdo que también le dediqué muchas chaquetas, pensando en ese enorme pene y en su precioso trasero.
A partir de los 16, estando en la prepa mis papás se iban de vacaciones con mi hermano y con el pretexto de estudiar, me quedaba en casa sólo, ahí descubrí la pornografía, acudía al centro de renta de vídeos de mi vecindario y rentaba cuanta peli porno se ponía enfrente de mi. Era porno heterosexual, sin embargo, no sólo apreciaba los hermosos cuerpos femeninos de las actrices, también disfrutaba por igual de los cuerpos de los actores y me encantaba ver sus enormes vergas explotando en chorros de semen. Por este época descubrí el placer anal, un buen día, después de ver una escena anal de Jenna Jameson sentí la enorme necesidad de introducir algo por mi culo, encontré un aplicador de mouse para el cabello de mi mamá, era muy delgado, quizá 2 cm de diámetro y unos 15 cm de largo, le puse un condón lubricado y empecé a introducirlo en mi ano, al principio fue doloroso pero poco a poco las terminaciones nerviosas de mi culo percibieron ese dildo improvisado como un agente de placer descomunal, lo introdujeron casi al límite y comencé a moverlo con la mano derecha mientras con la izquierda me empezaba a jalar la verga, fue un momento casi mágico, seguramente alcancé a estimular mi próstata el mismo tiempo en que explotaba en un orgasmo nunca antes experimentado, no sentí vergüenza alguna, estaba sólo en casa y tan pronto me recuperé volví a masturbarme y a penetrarme, creo que esa semana fue la del mayor descubrimiento sexual en mi vida podía alcanzar orgasmos no sólo estimulando mi verga, también lo conseguía penetrando mi ano, creo que también en esa semana logré mi primera eyaculación sin tocar mi verga, sólo con la penetración.
Espero no se aburran y si les interesa puedo continuar con mi relato, disculpen lo extenso, pero sentía la necesidad de expresar esto tan maravilloso que es la sexualidad humana y sus múltiples facetas, saludos.